viernes, 24 de febrero de 2012

¿Por qué no aplican el modelo austriaco?

Austria llevó a cabo una reforma laboral en el año 2002 en el que se inauguró un nuevo sistema; sustituir la indemnización por despido por un fondo dotado por el empresario y el trabajador.

La empresa entonces soporta un coste (dotar mensualmente al fondo) que evitando posteriormente el hecho de un gasto extraordinario como puede ser la indemnización por despido. La empresa remedia así que la indemnización –cuarenta y cinco días por año, ahora reducida a veinte-, suponga un repentino gasto extra, a cambio de tener un coste añadido en términos mensuales.


Sin embargo, el trabajador es entonces propietario del fondo sobre el que mes a mes se ha ido dotando por parte del empresario, de tal forma que en caso de despido dicho fondo servirá de mecanismo de protección, podrá cambiar de empresa llevando consigo el fondo o disponerlo en el momento de la jubilación. Por ello el modelo austriaco fomenta la movilidad entre empresas dado que el fondo del trabajador va con el trabajador, así como la protección del mismo y el ahorro de las partes.

El modelo austriaco fue propuesto por el gobierno anterior e, incluso, visto con simpatías por parte de la oposición. ¿Por qué no lo aplican?

Lejos de los 45 días -ahora reducidos a 20-, el coste efectivo del despido en España es de aproximadamente 19 días por año trabajado. Teóricamente, analizando los modelos de contratación, el coste de despido en España se sitúa en una media de 25 días por año trabajado, si bien la existencia de despidos por sentencia judicial o causas objetivas lo reduce a 19 días por año.

En ese sentido, dado que el coste efectivo real del despido en España es tan precario, carece de valor, tanto para la patronal y como para el gobierno, aplicar el modelo austriaco.

El fondo del modelo se calcularía, con el fin de no dañar las rentas y la protección de los trabajadores, en función de los 45 días por año en caso de despido improcedente, nunca de los 19 reales. Por eso no les conviene.

Un modelo a tener en cuenta dado que mantendríamos la protección del trabajador, condición innegociable, al tiempo que fomentamos la movilidad de los trabajadores conforma a la necesidad de aumentar el empleo en los sectores de alta productividad favoreciendo el desplazamiento del factor trabajo hacia ramas más dinámicas.
ANTONIO MIGUEL CARMONA

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